Santo Entierro Grande 2023

También está la opción de decirle "¿y este hueco qué? ¿quiere usted una parcelita?"

Saludos.

 

Ese hueco lo está reservando para su hijo que llega un rato después. Esto que acabo de contar lo he vivido. No es coña. En 2019 encontré un hueco para ponerme a ver Santa Marta y un tío me dijo que no podía ponerme allí porque estaba ocupado para su hijo que no había llegado todavía. Evidentemente no le hice caso, me puse en el hueco y ya la teníamos liada.

 

Pero sigue contando, no lo cortes en lo mejor. Que paso?

 

De estas historias tengo para aburrir, porque a excepción del Domingo de Ramos, siempre prefiero bajar solo a ver las cofradías y en cualquier huequito, me apaño. El problema viene cuando ese huequito está arrendado o en propiedad jajaja

 

Pues más o menos le dije que esto no es el asiento de un cine que se reserva mientras el que lo ocupa ha salido a comprar palomitas. Me puse allí. El tío puso mala cara, me soltó cuatro frescas, yo aguanté el chaparrón porque no me apetecía discutir con un viejo y al final apareció el hijo con su mujer y nos apretamos como pudimos.

 

Imagino que en las casi 500 paginas del tema ya se habrá dicho, pero ¿se saben cuantas parejas de nazarenos llevaran cada hermandad participante en el SEG? ¿las hermandades han anunciado como repartiran esas papeletas?

 

Yo lo que hago en esos casos, cuando me dicen que si me pongo delante no ven conmigo (mido 1,70 jajajajaj) es decir: vale, cambiamos el sitio, póngase usted delante.

Ya la ostia es cuando están apoyados en la pared y tampoco quieren que se ponga gente delante. Si son personas mayores o con problemas físicos, yo lo que hago es que cuando llega el paso, o la cofradía, yo paso al final y ellos delante. Pero por desgracia casi siempre es gente joven y en perfectas condiciones físicas, entonces ya estamos de lío.

 

Bueno, prometía más jajaja ojalá y acabasen así todas las disputas por los huecos

 

Continuando con el off-topic, esta pasada Semana Santa viví una graciosa situación en Orfila el Miércoles Santo.

Mi novia y yo remontamos Javier Lasso de la Vega y Orfila con intención de llegar a la zona de la Plaza del Pan entre el Buen Fin y la Lanzada (sí, muchas narices tuve de hacer eso). Una vez en la misma Orfila, los que íbamos andando en fila comentábamos la cara dura de quienes ocupan espacio tras las vallas con las sillas y tienen su parcelita, a lo que unos chavales de unos 15 o 16 años sueltan: Sí, mirad mucho que aquí no os ponéis.

No teníamos la menor intención de ponernos por allí, así que no me contuve y solté: Tranquilo, que nosotros escogemos mejores sitios para ver hermandades sin ocupar media calle con sillitas y mochilas.

Uno de ellos, mientras los demás le jolgoreaban, me contesta con la cara llena de ira: Llevamos aquí doce horas esperando y viendo pasos, así que no nos vais a quitar el sitio.

Mi contestación: Eso no te lo crees ni tú chaval, que hace doce horas ni había salido la primera.

Aquello hizo que todos los que estaban allí se descojonaran y continué mi camino oyendo cómo los pobrecitos seguían profiriendo bellas palabras y falsas verdades.

Estas situaciones en las que uno tiene la razón descaradamente y te la intentan liar con lo primero que piensan, me reconfortan.

 

Sería interesantísimo hacer una novela con todas estas historias, desde luego que nos daría para muchas risas

 

Lo peor del público es cuando eres joven como un servidor y escuchas como dicen por detrás cualquier barbaridad, como que vendremos de la botellona o que seguro que nos vamos a poner a liarla.

Señor que tengo 16 años, soy un niñato pero no me pongo a silbar la marcha cuando pasa el palio como usted.

 

Algo así nos ocurrió el Domingo de Ramos con la Estrella a @Paso_Morado y a mí. Lo que no sabía la señora que se autoproclamó emperatriz de la calle Rioja es que se le iba a rebelar media calle Tetuán/Velázquez y su pequeña parcela de varios metros cuadrados para DOS personas se iba a llenar de decenas de injustos okupas

La perversa capitalista se pasó protestando todo el tiempo y a todo el que pasaba le intentaba impedir el paso. Y nos hizo amena la espera

P.S: edito que me he acordado que, además, ellas querían tener su parcela en segunda fila y su parcela en la pared, de recreo y fines de semana, para poder apoyarse. Y, por supuesto, esos metros entre ambas libres

 

La exageración va en el gen del sevillano.

 

Ya que estamos voy a aprovechar para contar dos anécdotas así que me pasaron esperando al Gran Poder

Estaba en el ayuntamiento, es cierto que llegué unas 3h antes por lo que estaba en primera fila, si no mal recuerdo la cruz de guía llegaba para las 7, pues a cosa de las 6:30 llegó una señora mayor con su nieto, quería pasar al fondo para atravesar toda la plaza, le dijimos que era imposible ya que os podéis imaginar toda la gente que había detrás nuestra, ella siguió insistiendo y empezó a empujar a todo el mundo por lo que la cogí de la chaqueta y le tiré para atrás, empezó a darnos voces a todos y ya la policía se la llevó, después nos pegamos unas risas

Minutos más tarde estaba llegando la cruz de guía y al encontrársela la gente de frente intentaban salir por los lados, cosa que era imposible, a lo que escuché que un señor gritó "si a mi esto me da igual! Yo no quiero ver esto!" A lo que contesté, pues vete a tu casa! Me miró muy enfadado e hizo cómo si fuera a pegarme.

La verdad que hoy en día recuerdas estas anécdotas y te ríes bastante

 

12 parejas de cirios.

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Pues como está el tema para anécdotas también cuento yo la mía:

Hace unos 5-6 años, antes de llegar la CdG de Santa Marta a Jesús del Gran Poder me coloco con un amigo en un hueco que había en la calle, posiblemente el único que había, sin molestar a nadie, pegados a la pared. Justo al lado de la Cafetería Rioja.
A los diez segundos de pararnos, nos viene una señora (estaba justo delante nuestra) y nos dice que ese hueco era para ella porque llevaba 20 minutos delante esperando y que había entrado a tomarse un café al bar y que se lo habíamos quitado el hueco.
Obviamente no íbamos a quitarnos de ahí ya que ella tenía bastante hueco con su grupo de amigos que estaban delante nuestra. Le dije que nosotros llevábamos 1 hora esperando pero que habíamos tenido que ir a los baños del Corte Inglés porque a mi amigo le había dado un apretón (por supuesto era mentira ). Se lo creyó y no nos dijo nada.

 

Yo a una le solté un "cállate que está la Virgen a punto de pasar que para eso acabo de llegar".

 

Yo también soy del club de los bajitos. Recuerdo un Martes Santo que llegué a Francos y me puse justo detrás de una madre y su hijo (8 - 9 años típica edad repelente). El niño me vio y como que intentó como decirle a la madre que mira lo que estaba haciendo yo, que me dijese algo.

La respuesta de la madre: "Déjale, ¿Te molesta a ti o algo? No, pues ya está."

 

Di que sí. Además el martes con los Estudiantes, DM, me toca pasar por Mendez Núñez también. No me libro de esa calle ni por equivocación.

Espero que al menos caigan un par de buenas marchas entre Gamazo, Joaquín Guichot y Barcelona.

 

Este año, el Jueves Santo, remonté toda la bulla de Daoiz y cuando llegué a Lasso de la Vega había un hueco bastante amplio en toda la esquina. Me quedé ahí y de repente me sarandearon del brazo; al volverme, dos mujeres preguntándome que si pensaba quedarme allí, que ese sitio era suyo (spoiler: estaban apoyadas en la pared). Les respondí que realmente no había nadie, que ese espacio estaba vacío, pero que de todas formas cuando llegase el Señor de Pasión dejaría que se pusieran delante.

Ellas dos siguieron un buen rato desahogándose mientras yo hacía oídos sordos (es lo mejor) y, de repente, ocurrió lo que a mí más me gusta de estas situaciones, y que ninguno ha comentado todavía: apareció otra persona más pidiendo sitio, que, en este caso, era una mujer un poco desorientada con maleta incluida. Total, la mujer preguntó si podía quedarse allí hasta que pasasen todos los nazarenos, que tenía que llegar al hotel. Las dos señoras le dijeron que no, pero entonces entré de nuevo en escena con una frase mágica: "por mi no hay problemas, te puedes quedar aquí al lado mía que hay sitio".

Eso fue el acabose para las dos afectadísimas, que no pararon de lanzar pullitas hasta que el paso apareció por Orfila, momento en el que una de ellas me metió un codazo y se colocó delante mía

Pd: lo de los codazos también es otro asunto que da para hablar largo y tendido. Este año, en la salida de Jesús Despojado, se puso uno a meterme el codo, así que me límite a imitarlo y bien rápido que retiro el brazo. Al final, acabamos riéndonos por lo absurdo de la situación.